domingo, 6 de octubre de 2013

Mud. Una película que hubiera gustado a Mark Twain.


Fui al cine a ver Mud (Dirección y guión de Jeff Nichols) por la recomendación de un amigo con un gusto por el buen cine más allá de dudas. Me dijo "ve a verla, tiene sus defectos pero merece la pena". Y ahora, después de verla, estoy totalmente de acuerdo.

Mud es una historia de gente de verdad en un ambiente personal y natural límite. Una historia de personajes, adultos y niños, con una profundidad digna de las grandes películas.

Las historias contadas en las dos horas de film - porque son varias y bien entrelazadas - te atrapan y, a la vez, te recuerdan descaradamente a las de mi querido Mark Twain en un ambiente que parece sacado de algunas de sus historias más célebres o del Suttree de Cormac McCarthy. Historias con tramas y subtramas consistentes por su sencillez y su fuerza. Personajes complejos como lo es la gente en la vida misma.

Los actores brillan con peso propio, incluido un más que sorprendente Matthew McConaughey al cual se le da la bienvenida a eso de la actuación de nivel. Pero lo más espectacular de esta película son los niños y los personajes que interpretan con cuya actuación haría retractarse al propio Alfred Hitchcock de una de sus más famosa citas.

Por todo lo dicho, no puedo hacer otra cosa más que recomendarla, y si le pongo alguna pega es haberla visto en versión doblada, rodeado de adolescentes con incontinencia Twittera y un par de abuelas que no saben poner e móvil en silencio. 

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