domingo, 6 de octubre de 2013

Mud. Una película que hubiera gustado a Mark Twain.


Fui al cine a ver Mud (Dirección y guión de Jeff Nichols) por la recomendación de un amigo con un gusto por el buen cine más allá de dudas. Me dijo "ve a verla, tiene sus defectos pero merece la pena". Y ahora, después de verla, estoy totalmente de acuerdo.

Mud es una historia de gente de verdad en un ambiente personal y natural límite. Una historia de personajes, adultos y niños, con una profundidad digna de las grandes películas.

Las historias contadas en las dos horas de film - porque son varias y bien entrelazadas - te atrapan y, a la vez, te recuerdan descaradamente a las de mi querido Mark Twain en un ambiente que parece sacado de algunas de sus historias más célebres o del Suttree de Cormac McCarthy. Historias con tramas y subtramas consistentes por su sencillez y su fuerza. Personajes complejos como lo es la gente en la vida misma.

Los actores brillan con peso propio, incluido un más que sorprendente Matthew McConaughey al cual se le da la bienvenida a eso de la actuación de nivel. Pero lo más espectacular de esta película son los niños y los personajes que interpretan con cuya actuación haría retractarse al propio Alfred Hitchcock de una de sus más famosa citas.

Por todo lo dicho, no puedo hacer otra cosa más que recomendarla, y si le pongo alguna pega es haberla visto en versión doblada, rodeado de adolescentes con incontinencia Twittera y un par de abuelas que no saben poner e móvil en silencio. 

domingo, 15 de enero de 2012

'Drive'. Obra maestra. Por qué (para cinéfilos advenedizos, gafapastas de pacotilla y gente que quiera aprender de cine).

Entiendo que haya gente que no sepa apreciar la belleza y el nivel cinematográfico de 'Drive'. No es culpa suya, al menos en principio, ya que es un cine con una densidad a todos los niveles, como el buen whisky, donde sus verdaderas cualidades solo están al alcance de unos pocos, aquellos que están dispuestos a aprender y a aprehender. Tengo un amigo que se horroriza cuando la gente añade refresco y/o hielo al buen whisky y yo lo entiendo, pues lo mismo pasa con el cine, que hay gente que cuando ve la película de la que hablo solo piensa en palomitas y carreras de coches, o lo que es peor aun, en generar una opinión como si supiera de lo que habla basada en la critica de algún destripador profesional de periódicos o revistas compradas por las grandes distribuidoras.

Empezando por la historia en sí, he llegado a escuchar que es simple, vale lo es, como la vida misma si eliminamos lo de recrearnos en hipotecas, facturas telefónicas y consumos de estupefacientes varios. Por si no les vale a los que entienden lo simple como negativo, decirles que la historia que cuenta la película están "simple" como obras de un tal Shakespeare, pero para eso habría que pararse y mirar y no solo ojear. También explicar que la simpleza puede ser sinónimo de genialidad, pues muchos en la complejidad esconden su ineptitud de narrar y en Drive se narra sin enredar.

Por otro lado está la planificación. Cada plano es medido y está en su lugar, sin concesiones a lo obvio, sin miedo a mostrar violencia cuando debe y sin reparo a hacer elipsis cuando se pretende que el espectador visualice en su cabeza lo que sólo intuye en la imagen (ver la secuencia final narrada solo con sombras, espeluznante), pues en el cine de verdad no se toma al espectador por tonto, aunque a veces...

La fotografía es espectacular, si entendemos como espectacular que forma parte de la narración en todo momento, pues, si no te fijas, no se nota, eso es una buena fotografía, y no esa en el que el director de foto va en busca del Oscar o del Goya creando una imaginería rimbombante.

La estética es la que tiene que ser. Esos títulos de crédito rosa, con una tipografía tan digna de los mas casposos ochentas como unas exageradas hombreras, hablan de la historia (como solo lo sabia hacer Saúl Bass). Sus protagonistas no son chutados culturistas que crean moda al saltar de sus coches en llamas y por tanto la estética de los personajes de Drive es acorde con su estatus social, por eso recomiendo a mas de uno que se de un paseito por un barrio de un suburbio, aunque esté lejos de su urbanización o de su estudio en el centro y así tome referencias.

Los personajes son parcos en palabras y en gestos, como la mayoría de nosotros a partir de cierta edad y sin un par de copas de por medio o la misma dosis de hipocresía. Se muestran como son. Hablan cuando deben y callan (su mayor virtud) casi siempre. Dicen mas con miradas que hablan de deseos, frustraciones y estados de animo que con sus diálogos, es decir, como la vida misma y si no me creéis, a los mismos que les recomiendo un paseo por los barrios, les insto a que dejen de hablar y de escucharse a ellos mismos y miren a la gente que le rodea, que miren sus ojos, sus miradas y sus gestos, y verán lo que muestran.

Podría meterme en un farragoso discernimiento sobre triángulos narrativos, sobre giros argumentales, sobre encuadres y tonos, o sobre capacidades Metódicas de interpretación, pero solo quiero animar a aquellos que no han visto la mejor película que ha pasado por una sala de cine en mucho tiempo y aquellos que los han visto con ojos legañosos a que la vean sin prejuicios y solo dejándose llevar por la historia y no por el hecho verla para cuando les pregunten dogmatizar.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Si por lo menos hubiera sido hecha en los setenta...


Toma 0. Pionera.

Poco decir de este intento de cualquiera sabe que. Solo que si, como pensé, me hubiera ido a los quince minutos del comienzo no hubiera sido la peor decisión de mi vida.

Es un pseudo-docudrama que pretende revindicar el papel de cinco directoras a lo largo de la historia del cine español. Como documental no aporta nada y como dramatización menos. He visto proyectos de primer año de estudios cinematográficos con más solera que esto. 

Esta historia es sólo un pataleo reivindicativo propio de los años setenta, donde, demasiadas veces, importaba el contenido y no el continente, pero lo que se reivindica, el contenido, ya está incluso manido. El papel de la mujer en el cine y en la sociedad en general ha sido, es y será el fruto de la educación en valores dicha sociedad y, por suerte, eso ha cambiado y parece seguir cambiando, pero, y aunque le pese a políticos y fanáticas feministas, el proceso es lento, sólido, pero lento. Ha habido pocas directoras como ha habido pocas mujeres con puestos de relevancia y cada vez habrá más directoras como habrá más mujeres que ocupen todo tipo de puestos en la sociedad, si bien espero que no sea como lo de los consejos de administración, es decir, por cojones y no por capacitación. Porque tanto en el cine como en el resto de actividades hay mujeres y hombres capacitados e incapaces, y espero que sea lo que se valore y no lo que tiene entre las piernas. Una sociedad desarrollada lo será no cuando el número de hombres y mujeres sea idéntico a todos los niveles culturales y sociales, si no cuando no importe su sexo para esos puestos.

Así que, menos pataleos y más calidad o, mejor aun, pataleos de calidad, pues me gustaría saber quien ha sido el o la responsable de que esto haya sido valorado con calidad suficiente para ser emitido en un festival.

Si don Rafael levantara la cabeza...


Como cada año, tengo la posibilidad de ir al Festival de Cine Europeo de Sevilla. Este año, a concurso, algo que le honra, pues muchos directores no entran en esa dinámica de ser juzgados mediante votos con una película que saben que va a tener acogida por los festivaleros, se ha proyectado 'Los muertos no se tocan, nene' firmada por José Luis García Sánchez y basada de en la novela de don Rafael Azcona.


Como película deja demasiado que desear. Por ejemplo desearía unos actores a la altura de los personajes, pues, salvo un par de honrosas excepciones, llamar a esas personas actores sólo se puede porque aparecen en los créditos como tal. Son personas que no se pueden poner en la misma categoría que la que en otro momento ocuparon los roles desarrollados por el gran Azcona, sobre todo por que los segundos tenían capacidad natural y capacidad de trabajo, algo que no tienen la mayoría de los de esta película, al menos una de las dos cualidades. También desearía que existiera un guion, ya que no existe; lo que hace las veces de guión es una burda adaptación de la novela y que, si no fuera por dicha base, la película pasaría de mala a insoportable. Lo único que soporta la historia son los ‘gags’ propios de don Rafael y que sólo esa mala hostia suya sabía darle la o las vueltas de tuercas necesarias para que la censura no supiera que hacer con ellas y nuestro intelecto se sintiera drogado por el mejor de los psicotrópicos. Por supuesto también hubiera deseado una buena dirección, de lo que fuera, de actores, de fotografía,… en incluso una dirección general como suele ser la manía de los directores de cine en este país nuestro donde esos individuos quieren hacer el guión, decir que óptica o que foco va allí o aquí o que quieren dirigir a actores. A lo mejor si García Sánchez hubiera hecho algo de eso la película no sería tan mala y, si lo hubiera hecho todo, a lo mejor podría haber sido buena.

Como homenaje a Rafael Azcona deja mucho que desear. Entiendo que unos compañeros de tertulia, reunidos alrededor de un buen vino, decidan homenajear al mayor genio que ha existido en el cine español, con el permiso de don Luis Buñuel, pero con el documental que se hizo con ellos, los compañeros, ya era suficiente y no había que denostar la memoria de nadie.

Esta película es el más claro ejemplo de por qué el cine español sigue donde está y no tiene mucha solución. Los mismos de siempre hacen lo mismo de siempre ayudados de los otros mismos de siempre. Los actores no se merecen en su mayoría dicho nombre si eso los compara a otros y los responsables que deberían no buscan nuevas caras, o curtidas, que den el nivel necesario. Los guionistas no lo son, son conecta-ideas sin autocrítica y del resto mejor ni hablar.

Conclusión, una pena.